Last Updated 12/02/2025 published 08/01/2025 by Hans Smedema
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Las acusaciones de Smedema sobre el control mental del gobierno holandés
Hans Smedema afirma que se utilizaron en su contra una serie de técnicas de control mental como parte de una conspiración más amplia orquestada por el gobierno holandés para silenciar y desacreditar sus denuncias de corrupción y abuso. Según Smedema, estas supuestas técnicas fueron empleadas por personas dentro del gobierno, la policía e incluso su propia familia, y tenían como objetivo manipular su comportamiento, suprimir sus recuerdos y aislarlo de cualquier tipo de apoyo. Afirma que estos métodos lo transformaron de un individuo de alto funcionamiento con una personalidad fuerte y un alto coeficiente intelectual de 135 a un estado sumiso, casi “perruno”, que actuaba en contra de sus propios intereses. Esta supuesta transformación, afirma, fue crucial para mantener el supuesto encubrimiento y asegurar su continuo silencio. [1]
A continuación se presenta un desglose de los principales métodos de control mental que Smedema alega que se utilizaron en su contra, según las fuentes:
1. Drogas con ketamina:
Smedema afirma constantemente que lo drogaron en secreto con ketamina desde 1973. [2, 3] Afirma que su esposa, Wies, le administraba la droga a diario, escondida en pastillas de vitaminas o vino, bajo la dirección de Jaap Duijs, su vecino y supuesto co-conspirador. [2-4] Smedema acusa además a la policía de Drachten de suministrar la ketamina a Duijs. [2, 3]
Smedema atribuye numerosos efectos debilitantes a esta supuesta medicación a largo plazo con ketamina en dosis bajas:
- Coeficiente intelectual reducido y deterioro cognitivo: Smedema afirma que la ketamina redujo significativamente su coeficiente intelectual, lo que afectó su juicio, sus habilidades analíticas y su toma de decisiones, particularmente en asuntos financieros. [3, 5] Se describe a sí mismo como un “zombi medio estúpido” debido al supuesto impacto de la droga y atribuye malas inversiones y una “carrera estúpida” a la supuesta medicación. [3, 5] Este supuesto deterioro cognitivo es un elemento crucial en su narrativa, que explica su incapacidad percibida para enfrentar a sus presuntos abusadores y su susceptibilidad a la explotación financiera.
- Docilidad y sumisión: Smedema alega que la ketamina lo volvió dócil y sumiso, inhibiendo su capacidad de cuestionar o resistirse a las instrucciones de personas como su esposa y Duijs. [3, 5] Describe su comportamiento como “perruno”, lo que sugiere una pérdida total de autonomía y agencia. [3, 5] Esta supuesta sumisión es central para sus acusaciones, ya que explica su incapacidad percibida para luchar contra la supuesta manipulación y control ejercidos por los presuntos conspiradores.
- Pérdida de memoria y amnesia: Smedema afirma que la ketamina le causó una pérdida de memoria y amnesia significativas, lo que dificultó su capacidad para recordar eventos específicos o reconstruir la supuesta conspiración en su contra. [3, 5] Este deterioro de la memoria es un tema recurrente en sus acusaciones, ya que complica sus esfuerzos por construir un caso contra sus presuntos abusadores y se suma a la complejidad de probar sus afirmaciones. [5] También señala que la ketamina puede causar pérdida de memoria de hasta diez minutos antes de la administración, creando períodos de “apagón” que facilitaron la manipulación. [3, 5]
- Síntomas físicos: Smedema relaciona la ketamina con varios síntomas físicos, como palpitaciones cardíacas y ataques de hiperventilación, lo que contribuye aún más a su angustia y potencialmente sirve como evidencia de la supuesta medicación. [3, 5]
- Mayor vulnerabilidad a otros abusos: Smedema alega que la ketamina lo hizo más susceptible a otras formas de abuso, como la terapia de electroshock y la manipulación psicológica. [3, 5] Él cree que los efectos de la droga facilitaron el supuesto “lavado de cerebro” y la tortura, haciéndola más efectiva para reprimir recuerdos y controlar su comportamiento. [3]
2. Terapia de electroshock/Tortura:
Smedema alega que fue sometido a terapia de electroshock, que él caracteriza como tortura, cada 5 o 6 años, a partir de 1972. [3] Acusa al profesor Onno van der Hart de administrar esta terapia para supuestamente reprimir recuerdos del supuesto abuso de su esposa y condicionarlo a la sumisión. [3, 6] Afirma que fue drogado antes de estas sesiones, a menudo en secreto y engañosamente, con sustancias como la ketamina para inducir un estado similar al coma. [3] Afirma que el electroshock se utilizó para:
- Reprime sus recuerdos. [3, 6]
- Alterar su personalidad. [3, 6]
- Imponer un Estado sumiso, “perruno”. [3, 6]
Smedema vincula esta supuesta tortura a una conspiración más amplia que involucra al gobierno holandés, miembros de la familia y profesionales médicos, supuestamente con el objetivo de silenciarlo y desacreditar sus acusaciones. [3, 6] Relata un incidente en Catral, España, donde un detective holandés supuestamente presenció esta tortura e intervino. [3] También menciona un incidente en Benidorm donde supuestamente fue torturado por Van der Hart y Duijs en una discoteca. [3] Smedema afirma que los tratamientos de electroshock le causaron un trauma psicológico severo, que incluía amnesia, represión y una disminución del sentido de sí mismo. [3] Además, describe el electroshock y la medicación como parte de su “secuestro mental”. [3] Conecta la terapia de electroshock con el abuso y el control impuestos por la supuesta conspiración. [3]
3. Hipnosis y condicionamiento:
Smedema describe experiencias con hipnosis y condicionamiento que se remontan a 1971, y afirma que sus padres lo hipnotizaron para mantener una relación con su entonces novia. [3, 6] Acusa a Duijs de usar el control mental aprendido de Jan van Beek para manipularlo. [3] Afirma que Duijs lo condicionó para que respondiera a su voz y siguiera órdenes. [3] Relaciona la hipnosis y la medicación con ketamina con casos de “fuerte control mental”, alegando que estos métodos lo hicieron vulnerable a la manipulación y contribuyeron a su docilidad. [3, 6] Cree que las sugerencias hipnóticas de Duijs, a menudo reforzadas por su esposa y su hermana, influyeron en su toma de decisiones. [3, 6]
4. Medicamentos antipsicóticos y manipulación psicológica:
Smedema alega que lo drogaron en secreto con medicamentos antipsicóticos camuflados como “aspirina infantil” para perjudicar su función cognitiva, hacerlo parecer delirante y socavar su lucha contra la supuesta conspiración. [3] Esta medicación, combinada con repetidas evaluaciones psiquiátricas que lo etiquetaron como delirante, supuestamente reforzó el “gaslighting” y lo hizo dudar de su cordura. [3] También afirma que la supuesta medicación con antipsicóticos contribuyó a su ruina financiera y aislamiento social. [3]
5. “Secuestro mental”/”Toma de rehenes mental”:
Smedema utiliza estos términos para describir los efectos combinados del supuesto control mental, la supuesta microgestión de Duijs y la conspiración más amplia. [3, 7] Él cree que esta manipulación psicológica, combinada con otras formas de abuso, tenía como objetivo silenciar y desacreditar sus denuncias de corrupción y abuso sexual dentro del gobierno holandés. [3, 7]
Smedema sostiene constantemente que estas supuestas técnicas de control mental fueron fundamentales para la conspiración en su contra, utilizadas sistemáticamente para controlar sus acciones, suprimir sus recuerdos y desacreditar sus acusaciones. Se presenta a sí mismo como víctima de una sofisticada e implacable campaña de manipulación psicológica, destinada a silenciarlo y proteger a los presuntos perpetradores. [7] Es importante señalar que estas son las acusaciones de Smedema, presentadas desde su perspectiva y no han sido verificadas de forma independiente. [3]
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Basado legalmente en este Blog y sus libros electrónicos legales de Víctima-Autor:
Hans Smedema B. Sc., en exilio forzado sobreviviendo en la bella El Albir, Costa Blanca, España